De churros y porras

Estas últimas dos semanas he estado bastante inmerso en trabajo atrasado. Tenía un par de webs pendientes de entrega que me he quitado de encima mediante 36 horas continuadas delante del ordenador, un cambio de sueño y un hérpex labial. Los excesos se pagan.

Lo que más me molesta de diseñar páginas web es que me veo capaz de diseñar webs geniales, como por ejemplo la gente de stopdesign, pero los clientes no quieren pagar lo que una de esas webs cuesta. En su lugar quieren la web corporativa de corta y pega, que sea genial pero que no pase de su presupuesto para su presencia en internet (cercano a cero). Duros a cuatro pesetas. Si alguien tiene que buscar en google que coño quiere decir esta última frase es que soy más viejo de lo que creo.

A lo que iba: yo no hago churros en serie; a mi me gusta hacer auténticas porras descomunales y artesanales, que no tienen igual en el mundo de las porras. Soy demasiado perfeccionista para hacer churros de forma rentable: me paro en detalles ridículos que si bien podrían quedar así (y casi nadie se daría cuenta) a mi me revuelven las entrañas.

Pongamos un caso hipotético de 300€ por un proyecto de estas características. ¿Cuánto quieres cobrar por hora? Si consigues hacerlo en un dia de trabajo nos sale a unos 37,50 €/h. No está nada mal, no? Mi problema es que no puedo entregar ese proyecto hecho en 8 horas. Me parece indigno. El menú podría tener los bordes redondeados, podría poner un fondo semitransparente, podría optimizar las palabras clave, podría rediseñar ese logo tan horrible que me han pasado, podría vectorizar todos los logos para que puedan utilizarlo en la correspondencia, podría… Podría seguir durante horas. En nuestro ejemplo hipotético, yo me pasaría 5 días rompiéndome la cabeza, con lo que mi tarifa por hora quedaría en unos 9,38 €/h. Lo peor de todo es que a la mayoría de los clientes les da bastante igual los extras que le hayas metido por la cara: ellos solo piensan en hacer las nuevas tarjetas con la dirección de internet.

Y ese es el motivo por el que sólo diseño páginas web como hobby y no como profesional.

Conozco empreas que te venden un paquete de «web básica» con 1 dominio, 2 cuentas de e-mail, 20 imágenes (¡alaaaaa! ni más ni menos!!!) y 5 páginas (¡5!) autogestionables!!! todo por el módico precio de 480€ (de los cuales la empresa que diseña la página en realidad recibe la friolera de 240€). Me consta que los que diseñan estas páginas tienen en su disco duro unas 3000 plantillas, que pueden ir variando con colores e imágenes nuevas y que deben tardar unas 2 horas en tener la página lista. 120 €/h no está nada mal… Hacen, literalmente, páginas como churros.

En fin. Sólo quiería desquitarme.

3 respuestas a «De churros y porras»

  1. Encomiable,

    Poca gente curra ya así, es lo de siempre, la artesanía y el buen hacer frente a lo quiero para ayer y con que funcione vale.

    Ya sabes, lo importante es tener web, no que ésta sirva para algo.

    Quizá debas ofrecer ambos tipos de servicios y que el cliente elija en función de su presupuesto, al final una web estupenda y una «estándar» le van a aportar el mismo beneficio: que suele ser cero (con honrosas excepciones).

    En fin, ánimo y al toro que se dice.

    Un abrazo

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