Deja que te busque eso

Let me google that for you

Viendo capítulos atrasados de Diggnation, me he encontrado con la siguiente joya: Let me google that for you (deja que te busque eso en Google). Símplemente genial. Cuántas veces nos hemos encontrado con un vago y/o hoyganés que no se toma la molestia de ir a Google a hacer una símple búsqueda antes de tocarle los huevillos a media internet? Ufff. Demasiadas!

Por fin el Monstruo de Espagueti Volador ha oído nuestras súplicas. La página «Deja que te busque eso en Google» nos permite introducir una consulta y nos devuelve una dirección de internet. Esta dirección se la podemos ofrecer como ayuda o solución a susodicho vago/hoyganés y cuando la visite verá (literalmente) como se introduce en la caja de búsqueda de Google la consulta que hemos hecho (con instructivos pasos) y a continuación (tras un «¿De verdad era tan difícil?») le salen los resultados en Google.

Genial.

Aquí un ejemplo práctico. 🙂

Hotlinking de nuevo

El «hotlinking» es la práctica de incluir contenido (especialmente imágenes) en nuestras páginas que no está alojado en nuestro propio servidor, lo que provoca que cada vez que alguien acceda a nuestra página se está utilizando el ancho de banda de la página en la que esos contenidos están alojados.

Es cómo si cada vez que viene un colega a casa, yo le invito a tomar una cerveza y voy a buscarla a la nevera del vecino.

Es una práctica que demuestra bastante mala educación y que está bastante mal vista entre los que hacen o mantienen páginas web (y los que usan un alojamiento de pago que por tanto saben cuánto les cuesta esas imágenes a las que otros han enlazado). Y ni siquiera voy a entrar a evaluar el hecho de que se trate de una violación de copyright en la mayoría de los casos.

Muchos novatos pecan de esto (por desconocimiento, no malicia), apoyándose en esa creencia popular de «Lo que está en internet es libre, no?».

Por eso no me lo suelo tomar muy a las bravas; mando un mail educado explicando precisamente esto y pidiéndo por favor que lo corrijan. En el 99% de los casos, la situación se corrige y todo queda en unos mails amistosos. Para el 1% restante, intento ser creativo.

El hecho de que la imagen esté en tu propio servidor te da gran poder; puedes cambiar la imagen y a no ser que la otra página se dé cuenta, mostrarán lo que tu quieras. Esto se ha usado hasta la saciedad como contramedida y épicos son ya los casos de uso de «goatse», apologías al nazismo, al racismo, etc. Todo vale con tal de demostrarle al autor de la web que no es bueno hacer hotlinking, ni para ti, ni para él.

Hace algún tiempo, tras analizar el tráfico de la web y ver que el número de imágenes que mi servidor servía desde otras páginas era muy superior al razonable, decidí crear un script que añade una marca de agua a las imágenes que no son cargadas desde mi propia web. Pero a pesar de esto, algunas webs no se dieron por aludidas.

Por ejemplo, taringa.net, que se cepilló mi imagen en la entrada Logos desafortunados 2. Mis mails a los administradores fueron ignorados completamente, o sea que al final hoy les he dejado una sorpresita. La novedad está en que no he creído necesario ser desagradable: para qué vas a utilizar un «goatse» (obligándote a ver esa horrenda imagen a tí mismo, otra vez) cuando puedes utilizar un gif de 8000 píxels de largo? Je je je.

Imagen en taringa
Aquí mi imagen en taringa.net. La marca de agua no les dió ninguna pista.

taringa después
Después de la vindicación.

«Wow!» es casi lo mejor…

PS- Intenté crear una imagen de 30000 píxels de largo, pero Photoshop no me dejó…

ACTUALIZACIÓN 1-Feb-2009: Tras un mail al provedor de hosting de taringa, han retirado la imagen en cuestión.

Las tres reglas de internet

Internet es un espacio menos que físico que contiene una multitud de opiniones variadas, sobre una amplia variedad de temas, escritas por treceañeros.

Simplemente genial! Espero que os guste tanto como me gustó a mi. Para los que no andéis muy sueltos en inglés tiene subtítulos.

Vía Boing Boing.

Avances en privacidad

Estas últimas semanas he podido disfrutar de la maravillosa experiencia de intentar conseguir una conexión a internet en Londres. Gracias a Dios, los británicos son tan civilizados que no poseen un carnet de identidad, porque lo consideran una intromisión en su privacidad. Ahora se empiezan a esbozar leyes que establecen la creación de una base de datos nacional de identidad y que eventualmente llevarán a la obligatoriedad de una tarjeta de identificación (pero no antes de 2010).

Porqué están tan preocupados por la intromisión en la privacidad en un país que tiene el mayor número de cámaras de seguridad por metro cuadrado (hablando de Londres), es una pregunta que dejo como ejercicio a los lectores.

En fin, como decía, al no poder demostrar tu identidad y domicilio fehacientemente con un carnet, sólo necesitas aportar al personal de la tienda donde quieras contratar un contrato de telefonía lo siguiente:

  • Tu tarjeta de crédito (sobre la que viene impreso tu número de cuenta)
  • Un extracto del banco del último mes (donde se relaciona tu número de cuenta, tu dirección y todos tus movimientos de dinero)
  • Un estudio de crédito (generalmente llevado a cabo por el propio personal de la tienda, y que te cobran)
  • Y un depósito variable (mínimo de £150 si no tienes historial de crédito -ni bueno, ni malo-) reembolsable a un año (?!?)

Eso sí, en ningún momento te piden el pasaporte ni otros datos biométricos como pueden ser: la talla de los gallumbos, la longitud de las uñas del pie, el porcentaje del cuerpo cubierto por pelo… Eso sería una intromisión.

Por supuesto que la flexibilidad de estos requisitos es nula. Por ejemplo, si no tienes el extracto del banco (porque todavía no hace un mes que te has abierto la cuenta, por ejemplo), pues te toca esperar.

Lo importante es que ya vuelvo a estar conectado. Pero lo mío me ha costado…

Seguridad

Hace unos días me pararon en el control del aeropuerto de Stansted (cerca de Londres) por culpa de una botella de agua que se me olvidó sacar de la mochila. Cuando la empleada de seguridad del aeropuerto registró mi mochila, el agua se convirtió en algo anecdótico cuando encontró mi cargador casero para el iPod (mi «Minty Boost«).

Tras las primeras preguntas típicas (¿Esto qué es? ¿Para qué sirve?…) yo ya me temía lo peor. Ya ha habido otras muestras de amor entre el Minty Boost y diversos cuerpos de seguridad aeroportuaria. La siguiente pregunta creo que fue la crucial: «¿Lo has hecho tu?». Por suerte tuve algo de reflejos y contesté que no, que era un kit comercial. Una mentirijilla que me salvó un poco.

Después pasaron mi Minty Boost por el detector de explosivos, otra vez por rayos y la empleada de seguridad consultó con unos 7 compañeros. Finalmente, consultó al supervisor, que me volvió a preguntar qué era aquello, para qué servía, etc. Su reacción me sorprendió gratamente: ponía cara como de «pues qué chorrada, si tiene para poner pilas» o de «pero si no hay explosivos por ninguna parte, ¿cuál es el problema?». Después de preguntar a la chica que nos paró si por lo demás tenía alguna duda con el pasajero y que le contestara que no, me dejaron ir.

A diferencia de lo que hubiera pasado en Estados Unidos, no tuve que dejarlo atrás, discutir con un agente del TSA ni intentar explicar fundamentos de electrónica, capacitadores o reguladores de voltaje.

He de decir que el personal fue en todo momento educado y paciente. En ningún momento me sentí amenazado, como cuando he pasado controles similares en Filadelfia, donde el personal es seco y cortante (cuando no directamente borde).

A raíz de esto, leía en microsiervos al día siguiente de que me pasara esto que El Parlamento Europeo pide el fin de las restricciones para llevar líquidos en los aviones. Por fin algo de cordura en este mundo!

Una nueva paradoja de Zenón

Esto es aplicable a la mayoría de jefes que he tenido.

Cuando tenemos que entregar un proyecto, la forma de reducir las revisiones que nos pedirán es entregarlo justo antes del plazo. Por lógica se entiende que lo más peligroso es que sobre tiempo: cuanto más tiempo sobre, más cambios se nos pedirá: que si aquí sobra un píxel, que si aquí un poco más a la derecha, que si queda mejor en rojo…

Al analizar esto matemáticamente, vemos que hay una relación proporcional inversa entre el tiempo disponible y el número de cambios o revisiones (superfluas) que nos pedirán, de tal forma que a medida que el tiempo tiende a cero, las revisiones tienden a infinito.

Podemos asumir que cuando las revisiones tienden a infinito, el fin del proyecto es inalcanzable y estará más lejos del momento actual cuanto más cerca de infinito estén las revisiones.

El siguiente paso de nuestra deducción lógica, teniendo en cuenta lo anterior, es que cuanto más tardemos en hacer el proyecto, antes llegará el final del mismo… Matemáticamente, si el tiempo que tardamos tiende a infinito, el final del proyecto tiende a cero: se habrá acabado antes de empezar.

Corolario: No trabajéis.

Corolario 2: Si os véis obligados, trabajad despacio.

Esto se llama una paja mental. Que la disfrutéis

Mi primer ‘nastygram’

[El título alternativo a esta entrada era «A Ital no le hace gracia», pero soy un narcisista…]

Hoy he vuelto de una mini escapada de dos días y entre los mensajes que me estaban esperando había dos de Alfredo Blasco, que los firma en nombre de Digital Cameras SL. Al parecer, mi opinión sobre la cámara digital «3Mpx SY290 ITAL» que dejé patente en la entrada Diversión en infrarrojos, no ha sentado demasiado bien al señor Blasco. En sus mails (enviados a través del formulario de la página de contacto), el Sr. Blasco me insta en reiteradas ocasiones que corrija o modifique el contenido de mi página para ajustarse a lo que él considera más cierto u oportuno, lo que se define generalmente como «nastygram» en inglés.

Antes de comentar los mails del Sr. Blasco, me váis a permitir que me regocije durante un momento. ¡Mi primer nastygram! Es increíble. No eres nadie en la blogosfera hasta que no cabreas a alguien. Vamos por partes…
Continuar leyendo «Mi primer ‘nastygram’»

Búsquedas en reven.org

Bueno, lo prometido es deuda. Aquí tenéis una lista (selecta; la completa es enorme) de los términos de búsqueda más «llamativos» que se utilizan para llegar hasta esta página en los diversos buscadores. Las cadenas de búsqueda son literales (mis comentarios entre paréntesis).

Me he plantado aquí, pero podría seguir durante siglos. En fin, espero que hayáis disfrutado. Si os identificáis con alguna búsqueda, no os lo toméis a mal… Y una pista: Google no es una persona. Aunque casi. Y sí, soy un poco cabroncete.

Atrevidos

Si eres de ese tipo de personas a las que le va la aventura, el riesgo y lo desconocido, puedes esperar a una nueva edición de la isla de los famosos o puedes utilizar el nuevo «botón salta de reven.org» (o puedes no usarlo).

En cuanto pueda le pondré un original dibujito que permita identificarlo. Si no lo encuentras mira arriba. Más arriba. Al lado «inicio», «acerca de esta web»… Ahí está! ¡Salta!

Una entrada nueva cada vez. Garantizado.