Filosofía Murphiana.

[Disclaimer: es viernes, y es la 01:33]

Algunas personas no se han planteado que nuestro sistema socio-económico tiene los días contados. Hay algunas pistas: crisis energética derivada del agotamiento de las reservas de petróleo, nuevas economías dormidas que amenazan con despertar (y no gratamente), inestabilidad política, …

Por supuesto que no será mañana, pero tampoco durará otros 2000 años a este paso. Hay personas que abogan por una evolución tranquila basada en la globalización no sólo de las mercancías, sino también de las culturas, de los recursos. Hay personas que creen que la técnica y la ciencia irán aportando pequeños cambios, pequeñas soluciones (energías renovables, p. ej.) y otros confían más en un cambio de valores o anticapitalismo: no todo es el dinero. Puede que los desarrolladores de programas de software libre sean representativos de esta última corriente.

Según estos últimos [o cómo yo particularmente interpreto lo que ellos abogan], el que tiene el conocimiento y los recursos necesarios como para ayudar a los demás, tiene una responsabilidad hacia ellos. Esto se podría aplicar a la medicina, la industria farmacéutica (piensan en los beneficios o en las personas a las que ayudarán?), al gremio de fontaneros… Hay otra forma de vivir. Cobrar un poco menos a cambio de un poco más de felicidad. Es como una especie de voluntariado universal.

La idea me entusiasma a mí también. Pero no creo en ella. No creeré en ella porque el hombre es mezquino y zopenco; no mientras se vea cada día como diversos colectivos sólo buscan lucrarse a expensas de un sistema que morirá por sus lucramientos. [ejemplos: patentes de software, sgae, sco, mr. arbusto, etc largo] Estos parásitos suponen desde el punto de vista biológico un hito increíble, porque en la vida de verdad, un parásito nunca pone en (serio) peligro a su hospedador hasta haber asegurado su supervivencia.

Yo sólo creo en revoluciones, en big-bangs, en extinciones masivas de dinosaurios… La historia y la ciencia me lo han enseñado.

Qué queréis, era un niño…

Sed buenos, porfavor.