Blues inside & out

Lo de tener el Blues puede sonar algo peliculero, pero expresa perfectamente lo que me está pasando. Hace siglos que no tengo una buena conversación de dos o tres horas con nadie; los cafés mañaneros de cerca de una hora con David ayudan (mucho), pero falta el agravante esencial de una buena charla filosófica: la nocturnidad. Bueno, eso y el Bourbon.

Nada parece salir bien y no es pesimismo: llevo mucho tiempo ya intentando no quejarme demasiado para no aburrir a la gente. Pero esta última mala racha ya dura demasiado como para considerarla una mera eventualidad. Tampoco ayuda el hecho de haber pasado un año con los brazos cruzados. Las neuras de los últimos meses parecen ser el efecto secundario del laaaargo periodo de tocamiento de güebs. En mi favor sólo puedo decir que no me he perdido todo este tiempo exactamente por voluntad propia…

Creo que basta de antecedentes y excusas. Lo importante es qué voy a hacer de ahora en adelante. Esto es lo verdaderamente dificil. Para empezar, no voy a quedarme nada más dentro. Intentaré soltarlo todo, aunque sea a través de este blog (a falta de entes cerebrados no binarios). Segundo, escribiré más y haré una lista con las cosas que más prisa toca arreglar. Pero eso será otro dia…