Spam

Hoy alguien ha intentado spamearme de forma descarada y brutal. La parte positiva a esta historia es que si los spamers se han fijado en mi blog ya puedo decir que soy alguien en internet. Lo negativo, es que se haya llegado al extremo de medir la popularidad relativa de una página web según el número de ataques de diversa índole que reciba.

Esto no puede continuar así. «Mi reino por una solución al spam«, hubiera gritado Ricardo… Cada día recibo más y más correo basura y me parece que no hay suficiente gente pensando en cómo solucionar el problema. Señores legisladores y comunidad de la información en general: hagamos algo, no?