Pilot Hi-Tec-C 0.25

Bueno, como ya os he hablado de mi obsesión por los bolígrafos, las moleskines y demás útiles de escritura, no tengo que introducirme. 🙂

He buscado los G-Tec-C de 0.25 por innumerables librerías y tiendas especializadas. Al final me cansé de buscar y los pedí por ebay. Ahora soy el orgulloso propietario de unos Pilot Hi-Tec-C de 0.25, en 12 colores! La diferencia de nombre es simplemente porque estos son la versión japonesa de los mismos.

Estos bolígrafos son los más finos que fabrica Pilot. Y son una maravilla. Será que cada vez hago la letra más pequeña, pero últimamente me daba la impresión de que los 0.4 eran demasiado gordos para la moleskine de bolsillo. Con este, problema resuelto. Partiendo de que el 0.4 es el mejor bolíografo del mundo emho, el 0.25 rinde al mismo nivel pero más fino. La sensación del boli es prácticamente la misma. Necesito más tiempo con él para ser objetivo, pero promete.

Unos cuantos más para el arsenal…

Los mejores bolígrafos para la moleskine

Pilot G-Tec-C4

Siguiendo con mi particular obsesión, quería escribir sobre algo tan importante si cabe como la propia libreta: las herramientas que utilizas para escribir en ella.

El boli ideal para escribir en una moleskine, debe ser fino, con tinta de secado rápido (tipo gel, por ejemplo) y de escritura suave y fluida. ¿Realmente importa tanto el boli que uses? Sí cuando estás escribiendo en una hoja de sólo 9 x 14cm y estás apoyado sobre una pierna o una superficie irregular. No hay mucho sitio para poner la mano y generalmente intentas escribir a un tamaño más pequeño que el que utilizarías en un A4.

En principio, mi herramienta de escritura preferida es la pluma, una Parker de hace eones que pasó conmigo el instituto y gran parte de la facultad. Pero la pluma y la moleskine no se llevan bien del todo. La tinta se expande al escribir, resultando en trazos gruesos e irregulares y frecuentemente acabas haciendo algún borrón con la mano.

Para escribir en la moleskine a mi me gusta el Pilot G-Tec-C4. Tiene una punta de 0.4 que se traduce en un trazo de 0.2. No es muy difícil de encontrar en librerías normalitas. Escribe nítido, suave y seca rápido. Impecable escritura y duro de roer. Es ligero y lo hay en muchos colorines. Incluso puede defenderse en la tarea de hacer bocetos.

Hay un G-Tec-C de 0.25 si te gustan más finos. Es el boli de gel más fino que hace Pilot. También hay mucha gente que recomienda el Pilot G-2 de 0.5.

Otros juran que el mejor de todos es el Uni-ball Signo RT 0.38, aunque yo personalmente no lo he probado. Igual alguien me puede dar su opinión.

Y hace poco descubrí que Muji (tiendas sólo en Madrid y Barcelona, aunque se puede comprar online) hace unos bolígrafos excepcionales. Tiene versión de 0.38 y de 0.5. El tacto de estos bolis es absolutamente maravillo, de ese plástico sedoso. Son muy cómodos y los colores son geniales. Para escribir recomiendo los de 0.38, pero los de 0.5 se hacen en más colores. Es el segundo boli que más uso en la moleskine (y mi boli de cada día).

Bueno, elegid bien la herramienta. Aunque igual es la herramienta la que os elige a vosotros 😛

Más Moleskine

Moleskine

Ya os he hablado antes de las libretas moleskine. Desde entonces no he parado de comprarme moleskines; se ha convertido en una especie de adicción. Y he contagiado esa adicción a otras personas a mi alrededor, como a Meliuli. Me alegra mucho que la compañía detrás de la moleskine haya crecido tanto gracias a la popularidad creciente de las libretas. Debido a eso, no dejan de sacar nuevas versiones o variantes. ¡Y me encantan todas!

Familia de moleskines

Tenemos moleskines agenda (rojas), ciudad (de NY -lugar al que esperamos ir algún día- y Londres -donde vivimos-), varias de las clásicas negras y mi nueva estrella, mi moleskine de recetas. También tenemos alguna joya que no sale en la foto, como la Moleskine edición limitada Van Gough de tela amarilla que buscamos por medio mundo para Meliuli.

En fin, cada libreta es como una joya, que te recuerda un momento determinado, un lugar… Y cada vez que empiezo una siento la misma mezcla de nerviosismo y alegría. Las páginas en blanco son la mejor excusa para sentarse un momento a pensar y escribir algo.