Nada de que hablar

Hola.

Llevo unos tres o cuatro minutos delante de un cursor parpadeante esperando que un ángel me roce con su ala y me dé alguna idea sobre lo que hablar. Pero no he tenido suerte. Hablar de la falta de una idea sobre la que hablar es un recurso estilístico de nivel profesional…

En fin, que no hay noticias. El mundo sigue, la ciencia sigue, yo sigo…

Nos vemos.